Bacalar, 11 de julio de 2024.- Los escurrimientos de las zonas altas causadas por las lluvias, mantienen una severa inundación en la colonia Diego Rojas Zapata de Bacalar, afectando las cosechas de los pobladores, así como las obras del Tren Maya en el tramo 6.
En esta colonia, el nivel del agua alcanzó hasta 3.5 metros de altura y que abarca al menos 32 hectáreas a su alrededor, haciendo que los pobladores lo hayan perdido todo; es un problema que ha alcanzado las obras del Tramo 6 del Tren Maya que se llevan a cabo a un kilómetro de distancia de este asentamiento.
Los trabajos de construcción del puente elevado y las vías férreas en Bacalar están detenidos debido a que es prácticamente imposible acceder al terreno, porque está inundado, lo que implica un retraso para concluir con el proyecto que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se propuso inaugurar el próximo mes.
El agua cubre al menos 1.5 kilómetros de un sector de la vía que se ha quedado a medias y que ahora permanece entre el agua, pues ésta desciende de manera muy lenta y sigue representando un verdadero calvario para los que han sido afectados, como narró David García.
“No habíamos llegado a esa zona porque por ahí nadie vive y no había construcciones, solo caminos sacacosechas, pero ahora que nos dimos una vuelta pudimos notar que hay brotes de agua, y a diferencia del agua que está concentrada en el pueblo ésta está limpia y no apesta, pero ya alcanzó la obra del Tren Maya, el agua se dirigió hacia aquí en los últimos días”, expuso el colono.
Destacó que especialistas en medio ambiente advirtieron a los ingenieros militares que los alrededores de Bacalar y Chetumal son puntos inundables, pero de poco sirvió, pues las obras siguieron su curso sin tomar en cuenta esta valiosa información.
Explicó que para que el agua ceda, primero tiene que dejar de llover, y segundo, se debe modificar la construcción del Tren Maya y el cárcamo, ya que básicamente se ha formado una presa donde, por un lado, le entra agua negra del cárcamo, y por otro, agua de los escurrimientos de las lluvias de las tierras altas, aunque es muy probable que también haya agua de un manantial o tuberías de agua potable del subsuelo.